El autor
relata su experiencia en un vuelo que realizaba a Nueva York, mientras esperaba
en el aeropuerto conoció a una mujer que le impactó demasiado esta era una
bella mujer que lo dejó muy aturdido.
Una vez que
se embarcaron en el avión ocurrió algo muy hermoso, él se encontraba sentado en
el asiento que le tocó y de pronto vio a la mujer bella y galante sentarse en
el asiento de su lado realmente fue una gran sorpresa, pero la mujer se queda
dormida y así paso toda la noche como una bella durmiente, él lo único que hacía
era contemplarla.
Al llegar la
bella durmiente despertó tan lozana como si hubiera dormido en un rosal y él
comprendió que los vecinos de asientos así como los matrimonios viejos no se
dan nunca los buenos días al despertar y tampoco ella, se fueron sin despedirse
y desapareció para siempre y no la volvió a ver nunca más.
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